Ser un buen docente conlleva una serie de cualidades y actitudes, y sin embargo, no todos las ponen en marcha.
Cuando nos preguntan por nuestro profesor ideal siempre se nos viene a la mente el recuerdo de aquel gran docente que marcó nuestra etapa educativa, pero ¿qué características poseía para que dejara tal impronta en nosotros? Hoy vamos a hablar de las 9 características que identifican a un buen profesor de ELE.
9 características fundamentales del buen docente
1. Saber escuchar
Saber escuchar a tus estudiantes es una de las virtudes más importantes del buen docente. Conocer las inquietudes de tu alumnado te permitirá programar actividades más motivantes para el grupo-clase.
Además de escuchar, es importante adaptarte a las necesidades de los estudiantes involucrándolos cada vez más en los procesos de enseñanza-aprendizaje.
2. Transmite su pasión
Reconocer un docente que ame su trabajo es fácil, transmiten sensaciones de vitalidad, energía y creatividad en sus clases y a su alumnado.
Asimismo, es capaz de generar curiosidad y creatividad en sus estudiantes motivándoles a aprender.
3. Es creativo
Crear contenidos y lecciones que atraigan la atención del alumnado es un gran reto para todo docente. Conseguir un ambiente dinámico y motivador produce efectos únicos en tus estudiantes.
Porque como dijo Albert Einstein: La creatividad es contagiosa, pásala.
4. Planifica su trabajo
Planificar el proceso de enseñanza-aprendizaje es imprescindible para conseguir el éxito docente. A través de la planificación se consigue la unión de teoría y práctica. De esta forma, el docente es capaz de organizar la secuencia de aprendizaje que se pretende lograr con el grupo-clase.
5. Confía en sus estudiantes
La neurociencia nos habla de que el proceso de aprendizaje está estrechamente ligado al elemento emocional. Cuando un estudiante siente que confían en él implica que empleará más recursos en su aprendizaje.
Es importante que esta confianza sea de ida y vuelta, es decir, el alumno debe saber que confían en él, en su aprendizaje, y a la vez en sí mismo.
6. Fomenta la comunicación
En los procesos de enseñanza-aprendizaje el alumno posee un papel activo, el aprendizaje se entiende como un proceso activo de construcción del conocimiento. El aprendizaje, como nos habla Vygotsky y su teoría sociocultural, se produce a través de situaciones sociales significativas en las que se desarrolla la interacción.
7. Es empático
Un buen docente debe saber escuchar y entender los problemas y necesidades de su alumnado. Ponerse en su lugar permite ayudarles a desarrollar habilidades y aptitudes para superar con éxitos los problemas.
8. Se adapta a las necesidades
Un docente dinámico y que se adapta a las necesidades de sus alumnos implica flexibilidad. Un docente flexible es capaz de integrar la realidad de sus alumnos al proceso de enseñanza-aprendizaje, implicando en dicho proceso al propio alumno, trabajando desde el respeto y la tolerancia.
9. Se evalúa y actualiza
Una de las características más importantes del proceso de enseñanza-aprendizaje es la innovación. Todo buen docente busca constantemente explorar nuevas habilidades y herramientas, aprendiendo con sus iguales y de ellos.
Evaluarse sirve no solo para mejorar, sino también para conocer los puntos fuertes de uno mismo. Se debe seguir avanzando sin olvidar todo aquellas herramientas que nos funcionan, adaptándolas a las necesidades de nuestro alumnado.
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